9/5/07


DEJAME SER LA CARICIA...
Déjame existir en tu corazón,
como la caricia imperceptible casi,
que sin embargo te haga sonreír
cuando te encuentres rodeado de silencio
y nadie más lo pueda percibir,
mas allá de tu propio ser.

Déjame existir como una caricia
que se desliza desde el éter mágico
hasta el contorno anhelado de tus mejillas
y me presta sus alas
para que mis sueños te puedan tocar.

Déjame ser la caricia que cierra tus ojos
antes de dormir
mientras descansa tu frente sobre la almohada
y susurra el silencio su eterna canción.
Cuando ya no pienses más,
cuando ningún pensamiento tenga cabida
en tu trajinado pensar,
déjame entrar en tu ser y existir solo
como la melodía insonora que te haga descansar.

Déjame ser la alegría que palpita silenciosa
en el fondo de tu ser,
como una traviesa mariposa revoloteando
sobre un rojo clavel.

Déjame existir
en el aire, en el viento o en la brisa.
En el olor del pan recién horneado
cuando el día comienza a despuntar.
En el aroma de la tierra humedecida,
cuando la lluvia la empieza a salpicar.

Déjame ser
una simple cuestión ambiental,
para que me respires y me inhales
y me lleves muy adentro,
sin que apenas lo puedas notar.

Déjame ser el amor que te envuelva en sus
invisibles brazos,
la fragancia que sin sentirlo te hace suspirar,
el descanso anhelado que busquen tus sentidos,
sin necesidad de atraparte
ni con sogas, ni con lazos.

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