EL LADO OSCURO

Me siento tan extraña hoy... pasan cosas de tal magnitud a veces, que nos hacen sentir como si acabáramos de cumplir cien años más. ya me sentí así en alguna ocasión en el pasado, reconozco la sensación, como uno de esos personajes de leyenda que sobreviven a sus congéneres y van paseándose por todas las edades sin lograr morir jamás. No es que me encuentre depresiva es simplemente que aunque no quisiéramos, hay momentos en la vida que nos obligan a voltearnos y contemplar a la humanidad con todas sus miserias y no es grato saber que uno es parte de ella, me alegro de no ser Dios o hace rato me habría vuelto loca, ( mejor dicho más...) Hoy no estoy para consolar a nadie, hoy me encierro en mi soledad porque no puedo transmitir un mensaje optimista así que no hablo con nadie para que no se me escurra por ningún lado el sinsabor, hoy debo ser el prefecto silencio: que no hable la mente, que el cerebro pare de engendrar pensamientos, que no sienta el corazón...dejaré que me arrulle el suave murmullo de la existencia, nada mas, hasta que todo vuelva a su nivel. Hoy seré como esos viejos algarrobos plantados frente a mi casa por años, sin que nadie les preste ninguna atención, contemplando sin embargo todo y a todos,...qué cosas no habrán visto ellos pasar. Ahí estaban cuando tenía doce años y regresaba del colegio a las seis de la tarde y el sol iluminaba la calle pintando el cielo de todos los colores antes de despedirse, ahí estuvieron la más triste noche de mi juventud cuando el amor me dejo sembrada en mi puerta, aferrada al muro, sabiendo que se había ido para no volver. Ahí estuvieron también, años más tarde, cuando por primera vez abrí las puertas de mi negocio huyendo de la recesión y los despidos en masa. Y a través de los años continúan parados ahí y sé que serán los últimos que sonrientes me dirán adiós el día que me vean sacar las maletas para marcharme hacia un lejanísimo lugar. Pero seguro que volveré y podrán verme otra vez con la piel mas desgastada y los ojos mas abismados y tristes por tener que contemplar como ellos, lo que el corazón ya no quiere mirar.
hoy debe ser mi cumpleaños porque he sentido que me han parido otra vez.